Hace 160 años, a través de la revista The Atlantic, Henry David Thoreau lamentaba que la humanidad estuviera perdiendo contacto con la naturaleza. “Aquí está esta vasta, salvaje y flotante madre nuestra, la Naturaleza, yaciendo por todas partes, con tanta belleza y tanto afecto por sus hijos como el leopardo”, escribió, “y, sin embargo, somos destetados tan temprano de su pecho para la sociedad, para esa cultura que es exclusivamente una interacción del hombre con el hombre”.
Sin duda, hoy la situación es decididamente peor. Después de todo, el porcentaje de personas que trabajan al aire libre cayó del 90% a principios del siglo XIX a menos del 20% a fines del siglo XX. Mostramos el mismo patrón en nuestra búsqueda del ocio: según la Outdoor Foundation, se realizaron mil millones menos de salidas a la naturaleza en 2018 en comparación con el 2008. Hoy en día, el 85 % de los adultos dicen que pasaron más tiempo al aire libre cuando ellos eran niños que el tiempo que pasan los niños de hoy.
Quizás intuyas que éstas son malas noticias para la felicidad y la salud en general. Pero es posible que no hayas relacionado la falta de contacto con la naturaleza con el estrés y la ansiedad en tu propia vida. Si te alejas de la naturaleza, es casi seguro que estás disminuyendo tu bienestar y aumentando tu infelicidad.
La cercanía de la primavera es una oportunidad perfecta para cambiar las cosas y comenzar de nuevo al aire libre.
LO URBANO VERSUS LO NATURAL
La tendencia a alejarse de la naturaleza en los últimos siglos, y especialmente en las últimas décadas, tiene explicaciones sencillas.
Para empezar, la población mundial se ha urbanizado, por lo que la naturaleza está menos al alcance de la mano. En segundo lugar, sin importar dónde vivamos, la tecnología está desplazando el aire libre en nuestra atención: un estudio de 2017 en la revista Environmental Health Perspectives señaló que el tiempo de pantalla está aumentando rápidamente para todos los grupos de edad (los adultos promediaron 10 horas y 39 minutos por día en 2016), mientras que la caza, la pesca, acampar y los juegos al aire libre de los niños han disminuido sustancialmente.
Tal vez todo esto te suene inquietantemente familiar. Tal vez eres una persona urbana con un trabajo interior, atado a tus dispositivos tecnológicos día y noche… y, además de caminar desde tu casa hasta el automóvil o el metro, no has pasado mucho tiempo en la naturaleza en meses o incluso años.
Si es así, probablemente estés sufriendo algún malestar notorio, como estrés, ansiedad o incluso depresión. En un estudio de 2015, los investigadores asignaron a personas la tarea de caminar en la naturaleza o en un entorno urbano durante 50 minutos. Los caminantes de la naturaleza tenían menos ansiedad, mejor estado de ánimo y mejor memoria de trabajo. También eran mucho menos propensos a estar de acuerdo con afirmaciones como «A menudo reflexiono sobre episodios de mi vida que ya no deberían preocuparme».
La exposición a la naturaleza puede incluso hacer que te preocupes menos por las opiniones de los demás. En 2008, los investigadores descubrieron que las personas que caminaban en una ciudad durante 15 minutos tenían un 39% más de probabilidades de estar de acuerdo con la afirmación: «En este momento, me preocupa cómo me presento hacia los demás» que las personas que pasan la misma cantidad de tiempo caminando en la naturaleza.
CÓMO VOLVER A CONECTAR CON LA NATURALEZA
Si la naturaleza está ausente de tu vida, es probable que seas más infeliz, más neurótico y menos productivo de lo necesario.
¡En serio! Si te gustaría disfrutar de más tiempo al aire libre, pero crees que no puedes permitírtelo en el contexto de tu trabajo, lo más probable es que, en realidad, no puedas permitirte el lujo de no hacerlo: la falta de naturaleza puede disminuir la calidad de tu trabajo. En un estudio de 2012 en la revista PLOS One, los investigadores demostraron que 4 días inmersos en la naturaleza sin tecnología aumentaron la creatividad y la capacidad de resolución de problemas de las personas en aproximadamente un 50%.
Con días más calurosos que poco a poco adelantan la primavera, es el momento perfecto para resolver este asunto lo antes posible e incorpores nuevos protocolos en tu vida. ¿Pero cuáles?
Pasa la mayor cantidad de tiempo posible al aire libre.
Primero, si te vas de vacaciones este año, pasa el mayor tiempo posible al aire libre. Camina lo que tus pies te permitan – duerme adentro, pero estate afuera por 16 horas al día. Incluso dormir bajo las estrellas, sin el consiguiente trekking, podría ayudar. “Tengo un amigo que perdió su trabajo en la crisis financiera de 2007-09 y no pudo pagar unas vacaciones tradicionales ese año”, relata Arthur C. Brooks. “En cambio, acampó en su propio patio trasero durante 2 semanas. Tal vez esto te suene ridículo, pero habla de ello con profundo cariño y todavía lo hace de vez en cuando”.
Usa la naturaleza para recalibrar tu cuerpo junto a tu mente.
Los investigadores han descubierto que la exposición a la luz natural (pero no a la luz artificial) sincroniza tu reloj circadiano interno con la salida y la puesta del sol. Deshazte de tus dispositivos e incluso de las luces artificiales durante unos días, y dormir naturalmente será más fácil que nunca. De manera similar, algunos pequeños experimentos han encontrado que cuando las personas están en contacto físico con la tierra de maneras tan simples como caminar descalzas al aire libre -lo que se conoce como «conexión a tierra»- su salud y estado de ánimo pueden mejorar. Si quieres sentirte mejor, quítate los zapatos y pasa el día al aire libre… podría ayudar.
Incorpora el contacto con el aire libre en tu horario diario tanto como puedas.
Durante los cierres por la pandemia de 2020, muchas personas comenzaron a caminar después del almuerzo y la cena, siguiendo un patrón que se encuentra en las llamadas Zonas Azules, donde la gente tiende a vivir con buena salud hasta la vejez. No todo el mundo tiene un bosque cerca de su casa, pero no se trata de eso: como regla general, simplemente procura maximizar el verde donde caminas.
Para salir de tu cabeza, primero tienes que salir de tu casa
Sin duda, hoy la situación es decididamente peor. Después de todo, el porcentaje de personas que trabajan al aire libre cayó del 90% a principios del siglo XIX a menos del 20% a fines del siglo XX. Mostramos el mismo patrón en nuestra búsqueda del ocio: según la Outdoor Foundation, se realizaron mil millones menos de salidas a la naturaleza en 2018 en comparación con el 2008. Hoy en día, el 85 % de los adultos dicen que pasaron más tiempo al aire libre cuando ellos eran niños que el tiempo que pasan los niños de hoy.
Quizás intuyas que éstas son malas noticias para la felicidad y la salud en general. Pero es posible que no hayas relacionado la falta de contacto con la naturaleza con el estrés y la ansiedad en tu propia vida. Si te alejas de la naturaleza, es casi seguro que estás disminuyendo tu bienestar y aumentando tu infelicidad.
La cercanía de la primavera es una oportunidad perfecta para cambiar las cosas y comenzar de nuevo al aire libre.
LO URBANO VERSUS LO NATURAL
La tendencia a alejarse de la naturaleza en los últimos siglos, y especialmente en las últimas décadas, tiene explicaciones sencillas.
Para empezar, la población mundial se ha urbanizado, por lo que la naturaleza está menos al alcance de la mano. En segundo lugar, sin importar dónde vivamos, la tecnología está desplazando el aire libre en nuestra atención: un estudio de 2017 en la revista Environmental Health Perspectives señaló que el tiempo de pantalla está aumentando rápidamente para todos los grupos de edad (los adultos promediaron 10 horas y 39 minutos por día en 2016), mientras que la caza, la pesca, acampar y los juegos al aire libre de los niños han disminuido sustancialmente.
Tal vez todo esto te suene inquietantemente familiar. Tal vez eres una persona urbana con un trabajo interior, atado a tus dispositivos tecnológicos día y noche… y, además de caminar desde tu casa hasta el automóvil o el metro, no has pasado mucho tiempo en la naturaleza en meses o incluso años.
Si es así, probablemente estés sufriendo algún malestar notorio, como estrés, ansiedad o incluso depresión. En un estudio de 2015, los investigadores asignaron a personas la tarea de caminar en la naturaleza o en un entorno urbano durante 50 minutos. Los caminantes de la naturaleza tenían menos ansiedad, mejor estado de ánimo y mejor memoria de trabajo. También eran mucho menos propensos a estar de acuerdo con afirmaciones como «A menudo reflexiono sobre episodios de mi vida que ya no deberían preocuparme».
La exposición a la naturaleza puede incluso hacer que te preocupes menos por las opiniones de los demás. En 2008, los investigadores descubrieron que las personas que caminaban en una ciudad durante 15 minutos tenían un 39% más de probabilidades de estar de acuerdo con la afirmación: «En este momento, me preocupa cómo me presento hacia los demás» que las personas que pasan la misma cantidad de tiempo caminando en la naturaleza.
CÓMO VOLVER A CONECTAR CON LA NATURALEZA
Si la naturaleza está ausente de tu vida, es probable que seas más infeliz, más neurótico y menos productivo de lo necesario.
¡En serio! Si te gustaría disfrutar de más tiempo al aire libre, pero crees que no puedes permitírtelo en el contexto de tu trabajo, lo más probable es que, en realidad, no puedas permitirte el lujo de no hacerlo: la falta de naturaleza puede disminuir la calidad de tu trabajo. En un estudio de 2012 en la revista PLOS One, los investigadores demostraron que 4 días inmersos en la naturaleza sin tecnología aumentaron la creatividad y la capacidad de resolución de problemas de las personas en aproximadamente un 50%.
Con días más calurosos que poco a poco adelantan la primavera, es el momento perfecto para resolver este asunto lo antes posible e incorpores nuevos protocolos en tu vida. ¿Pero cuáles?
Primero, si te vas de vacaciones este año, pasa el mayor tiempo posible al aire libre. Camina lo que tus pies te permitan – duerme adentro, pero estate afuera por 16 horas al día. Incluso dormir bajo las estrellas, sin el consiguiente trekking, podría ayudar. “Tengo un amigo que perdió su trabajo en la crisis financiera de 2007-09 y no pudo pagar unas vacaciones tradicionales ese año”, relata Arthur C. Brooks. “En cambio, acampó en su propio patio trasero durante 2 semanas. Tal vez esto te suene ridículo, pero habla de ello con profundo cariño y todavía lo hace de vez en cuando”.
Los investigadores han descubierto que la exposición a la luz natural (pero no a la luz artificial) sincroniza tu reloj circadiano interno con la salida y la puesta del sol. Deshazte de tus dispositivos e incluso de las luces artificiales durante unos días, y dormir naturalmente será más fácil que nunca. De manera similar, algunos pequeños experimentos han encontrado que cuando las personas están en contacto físico con la tierra de maneras tan simples como caminar descalzas al aire libre -lo que se conoce como «conexión a tierra»- su salud y estado de ánimo pueden mejorar. Si quieres sentirte mejor, quítate los zapatos y pasa el día al aire libre… podría ayudar.
Durante los cierres por la pandemia de 2020, muchas personas comenzaron a caminar después del almuerzo y la cena, siguiendo un patrón que se encuentra en las llamadas Zonas Azules, donde la gente tiende a vivir con buena salud hasta la vejez. No todo el mundo tiene un bosque cerca de su casa, pero no se trata de eso: como regla general, simplemente procura maximizar el verde donde caminas.
Fuente: Espacio Mutuo
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